Si sos parte de un equipo global seguramente presentás en inglés los resultados y planes de tus proyectos. La “luz verde” que necesitás para inversiones, apoyo logístico, etc. depende, en gran parte, del éxito de tu presentación. Afrontar esta responsabilidad en una lengua extranjera implica un desafío adicional que suele generar bastante ansiedad.
Ante esta sensación, muchos culpan a “su inglés”, dicen que se traban o hablan de más por no encontrar la palabra justa, que temen cometer errores y otras cuestiones puramente lingüísticas. En realidad, estas imprecisiones en el uso del idioma pasan inadvertidas. Lo más importante es cómo el orador estructura el contenido, cómo se vincula con su audiencia y qué transmite con su lenguaje corporal y su voz. En suma, el verdadero impacto está en sus habilidades comunicacionales.
En castellano desplegamos esas habilidades de manera intuitiva por la intensa práctica que acumulamos. Pero todo cambia cuando nos enfrentamos al desafío de lograrlo en otro idioma. Por eso, es tan importante dedicar tiempo a la preparación y a la práctica de la acción de comunicar en ese idioma
La primer etapa de la preparación consiste en diseñar la estrategia de la comunicación. Para ésto, recomendamos responder en inglés las siguientes preguntas:
1- ¿Cuál es mi propósito? Expresar el objetivo de la presentación en una sola oración pone el foco en lo esencial para la audiencia y ayuda a supeditar a ello todas las decisiones posteriores.
2- ¿Cuáles son mis 3 ó 4 ideas clave? Escribirlas como títulos en un orden lógico permite visualizar la estructura del mensaje para narrarlo de una manera amena y natural.
3- ¿Cómo voy a transmitir esas ideas? Resumir en voz alta cada idea es un ejercicio muy útil para encontrar la manera más directa de decirlo.
4- ¿Cómo se verá mi deck? Decidir cuántas y qué tipo de slides se necesitan en función de la estrategia facilita y ahorra mucho del tiempo que luego se dedicará al diseño.
5- ¿Qué me preguntarán? Imaginar esas preguntas y responderlas en voz alta hasta sentirse cómodo ayuda a mantener el foco en lo que realmente interesa a la audiencia.
Una vez que quedó anclada la estrategia es momento de diseñar el deck. El propósito de las slides es reforzar el mensaje oral a través de una imagen visual simple, poderosa y memorable. El adagio “menos es más” que rige en toda la preparación se convierte aquí en una regla de oro.
Ahora solo resta ensayar la presentación para lograr que el contenido fluya, atrape, resuene en la memoria de la audiencia y la motive a la acción que buscamos. Existen técnicas para hacer de la postura, los gestos y la voz canales para llegar a la audiencia tanto en el plano analítico como en el emocional. Si hacemos el ejercicio de aplicarlas mientras ensayamos y las practicamos una y otra vez de forma consciente empezarán a surgir naturalmente. Aquí comienza un proceso fascinante de mejora continua que se verá reflejado en más seguridad y mejores resultados en cada nueva presentación.
La habilidad de comunicar un proyecto en inglés de una manera directa, atractiva e influyente es una pieza clave para desempeñarse con éxito en el mundo de los negocios. Contar con esta habilidad amplía las posibilidades de crecimiento, fortalece la labor profesional y contribuye a lograr los objetivos que nos proponemos.
Prof. Gabriela Piccirilli
Directora Académica